Como memorizar la Biblia con niños pequeños

Leyendo la Biblia con Madi (2007)

 

Como madres, uno de los llamados más radicales que tenemos es el de discipular a nuestros hijos en los caminos en que deben andar. Discipular es simplemente enseñar y ejemplificar valores y convicciones.  

No importa cuántos años tiene tu hijo o hija, nunca es inconveniente instruirlos con la verdad.

Una forma práctica y eficaz en guiar a nuestros pequeños en los caminos de Dios es al memorizar la Biblia. Te sorprenderás que nunca es muy temprano. Cuando mi hija tenía apenas año y medio, un día la deje al cuidado de una de mis hermanas. Cuando regrese a recogerla, mi hija me dijo, “¡Jehová es mi Pastor!”

Ahí comenzó la memorización de la Palabra de Dios para mi hija.

¿Cómo lo hacemos?

Todas las noches, antes de acostarla, recitamos juntas todos los versos que ya se ha aprendido.  En su emoción y afán de decir todo lo que ha aprendido, siempre está lista para cuando añadimos un verso más. Todas las noches repetimos todos los versos que se sabe. Para añadir un verso nuevo, la hago repetir una frase corta como 5 veces, luego la siguiente, etc. Para finalizar, decimos el verso corrido unas 3 veces. La siguiente noche lo repetimos corrido.

¿Por qué es fácil con niños pequeños?

Todo niño de edad pre-escolar es como una esponja, todo lo absorbe. Todos los días, con mucho entusiasmo, aprenden  cosas nuevas (sobre el mundo que los rodea y sobre la vida en general), por eso es bien oportuno enseñarles sobre la Biblia – la única fuente de VERDAD. Antes que se empiezen a memorizar otras cosas, hagamos el compromiso de que sea la Palabra de Dios lo primero que aprendan.

La Lista

Hasta el momento, con mi hija de 3 años y medio hemos memorizado una lista de versos* cortos y sencillos que aplican a la vida cotidiana de ella. Ella los aprendió en este orden:

“Jehová es mi pastor, nada me faltara.” Salmo 23:1

“Hijos obedecer a nuestros padres en todo.” Efesios 6:1

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13

“Este es el día que hizo el Señor, me regocijare y alegrare en el.” Salmo 118:24

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Filipenses 4:4

 “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” Génesis 1:1

“En paz me acostare y así mismo dormiré, porque solo tu Jehová, me haces vivir confiado.” Salmo 4:8

“…Dios es amor.” I Juan 4:8

“…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo…” Hechos 16:31

La aplicación y el beneficio

Es asombroso ver el fruto que estos pocos versos puede producir en la vida de una “personita”.  Una vez, mi hija vio una imagen – de una máscara – que le causo bastante miedo. Por la noche lloraba y no quería dormir sola porque tenía miedo. Inmediatamente mi esposo empezó a repetir Salmo 23:1. Y por aproximadamente una semana mi hija repetía “Jehová es mi pastor, nada me faltara” como 20 veces antes de quedarse dormida.

En ocasiones donde ando fuera de la casa y no me quiere obedecer o está a punto de darme un “show” de malcriadeza en público, la quedo viendo directamente a los ojos y le digo, “Hijos obedecer a vuestros padres en ¡todo!” Entonces ella rápido lo repite, sonríe, se da cuenta de su mala actitud y solita la corrige.

Cuando me ha pedido permiso de algo, y la respuesta es NO, usualmente se enoja o se pone a llorar. Rápido le recuerdo, “¡Regocijaos en el Señor siempre!” De nuevo, ella responde con una sonrisa y continua su día con una mejor actitud.

Mientras memorizamos, todos los miembros de la familia salimos ganando, ya que hacemos de la memorización Bíblica un evento familiar.

Para niños mayores

Como crecí en una familia grande – con 3 hermanas y 2 hermanos – mis padres utilizaron la memorización de La Palabra no solo para instruirnos, sino para que la misma Biblia forjara carácter en nosotros. El objetivo era que aun cuando mis padres no estuvieran presentes o disponibles para ayudar en un conflicto o problema, recurriéramos a lo que Dios nos decía o pedía en Su Palabra. Estos son unos de los versos que nos tuvimos que memorizar mientras crecíamos:

“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es que habiten los hermanos juntos en armonía!” Salmos 133:1

“pero hágase todo decentemente y con orden.” I Corintios 14:40

“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” I Juan 3:18

“Bienaventurados los pacificadores,  porque serán llamados hijos de Dios.” Mateo 5:9

“Nada hagáis por contienda ó por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos á los otros: No mirando cada uno á lo suyo propio, sino cada cual también á lo de los otros.” Filipenses 2:3,4

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;  gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración.” Romanos 12:9-12

 

“Defiende la VERDAD, vive la VERDAD, ama la VERDAD…en tu corazón, en tu hogar, y hasta la ultimo de la tierra.” -Crystal Paine

 

 

*Mi hija se memorizó todos estos pasajes, a excepción de Salmos 4:8, en ingles.